28 de julio de 2010

Sobre viajes y alemanes psicópatas.

Hace algunos días me encontraba seca de ideas, cuando me recordaron algo que viví en el viejo continente.
Bien, resulta que cuando yo, una rara joven escritora iba a cumplir 15 años me fui de viaje a Europa, con una bola de quinceañeras tan inmaduras como yo...bueno, no, yo tenía 14 años, pero en 4 meses cumpliría quince. En fin, como odio las fiestas y se mi hizo inútil gastar dinero sólo para contratar un salón con música apestosa y canciones arrabaleras, un tío borracho, amigos falsos que sólo irían a embriagarse y criticarse unos a otros, un vestido ampón y pasteloso (bueno, ese podría haber sido agradable), hacer el ridículo bailando canciones chafas y el vals familiar al que nadie le hace caso, comida mala de congelador, gente desagradable que hubiera preferido yo no invitar y un sinfín de desventajas, preferí irme de viaje. Y así fue.
Un viaje de 1 mes con otras 23 escuinclas y 2 guías.

Sólo los primeros días fueron tranquilos, después ya nos conocíamos todas, no nos importaba nada y nuestra mayor preocupación sería verificar que nunca dejáramos la llave del cuarto dentro de éste. Como sabrán es bastante desastroso juntar a 24 quinceañeras mexicanas en un hotel, y muchas veces, la recepción y los mismos inquilinos se quejaron de nuestros desmadres.
Recuerdo una vez, que nos encontrábamos en Barcelona, 6 quinceañeras, las llamaremos, Topo, Cabezarubia, Hermanadecabezarubia, Muerta, y Fallecida, ah, y claro, yo. (Cabe mencionar que Muerta y Fallecida no están realmente muertas ni fallecidas, sólo serán sus apodos).
Ahá, continuemos, debido a que estábamos las 6 en una habitación haciendo bastante ruido, recibimos una llamada de la recepcionista, con su acento español diciéndonos cosas que no recuerdo, pero en fin, que nos calláramos. Obviamente no nos callamos, y pronto recibimos una segunda llamada de ésa misma señora, mujer, transexual, anciana o lo que fuera, pidiéndonos una vez más que nos calláramos, bien, eventualmente nos callamos, no por mucho tiempo, pero ya nadie se volvió a quejar.

Recuerdo otra vez, en Innsbruck que, de nuevo nos encontrábamos haciendo mucho, mucho ruido, cuando escuchamos que de la habitación contigua algún señor amargado, golpeaba enérgicamente la pared y nos gritaba cosas incomprensibles. Eso nos provocó mucha risa, pero no por mucho tiempo, cuando comenzó a golpear la puerta de comunicación entre la habitación de Cabezarubia (en donde nos encontrábamos) y su propia habitación. Ahora con un poco de miedo, tratamos de callarnos, no por mucho tiempo. A los 10 minutos ese señor ya estaba golpeando nuestra puerta principal, y nosotras muy asustadas de que fuera un psicópata con una sierra que nos fuera a asesinar y después a comerse nuestros cuerpos, tomamos una valiente decisión: Escondernos en el baño.
Gran idea.

La vez que se quejaron de nosotros que más recuerdo, fue en Viena, un día antes de nuestra cena-baile con vestidos quinceañeros ampones y pastelosos, sí, tuve que usar uno, y al final bailar pisándole (accidentalmente) los pies a un pseudocadete austriaco, oh, no se emocionen, mujeres, me tocó con uno de piel extremadamente rosa, cabello y pestañas casi blancos y se estaba quedando calvo, pero no pasaba ni los 25 años.
Pero eso no es a lo que voy. La noche anterior, nos encontrábamos las 6 quinceañeras ya mencionadas, en la habitación de Muerta y Fallecida, una vez más, haciendo mucho ruido con nuestros gritos y risas. Al poco rato llegó un señor árabe gordo y chaparro, un encargado de recepción.

Como las veces anteriores sólo nos llamaban o los señores psicópatas golpeaban nuestra pared, ésta vez nos dio miedo, pues nos veíamos obligadas a abrir la puerta y lidiar con el señor.
-¿Quién abre? les pregunté a mis acompañantes, esperando que alguna valiente dijera "yo" y nos salvara del esclavo/recepcionista árabe.
Pero no fue así.
Todas nos volteamos a ver, esperando que alguien enfrentara al recepcionista, medio minuto pasó, nadie decía nada, y el árabe seguía tocando la puerta.
Entonces Fallecida dijo "Tú, Hermanadecabezarubia, tú eres la mas grande de nosotras (tenía 21 años) tú ábrele".

Creímos que Hermanadecabezarubia con su belleza francesa y su seguridad nos salvaría...pero no fue así, en cambió se tiró al piso y se acurrucó al lado de la cama. "Seriously? Vamos! Tienes que abrir!" Le imploré. Y ella sólo se quedaba en el piso diciendo "No, no, yo no!".
Como el señor árabe seguía tocando la puerta y nadie se disponía a salir, tuve que hacerlo yo. Así es, agraciados lectores, me dispuse a ver que diablos quería ése señor, y salí...en pijama.

Yo: Buenas noches señor.
Árabegordo: ¿Pueden guardar silencio? La gente se está quejando de su desastre. (Todo esto diciéndolo con muy mal inglés. Hasta yo hablo mejor que él).
Yo: Ah, claro señor, sí, si, ya nos vamos a callar.
Árabegordo: Más les vale, si no, las tendremos que sacar del hotel.
Yo: Ahá, perdón. Contesté, casi cerrándole la puerta en la cara.

Obviamente no nos callamos...o tal vez por medio minuto, y a los 3 minutos volvió el señor árabe gordo y chaparro, pero ahora con un Austriaco alto y fuerte.
"No, Hermanadecabezarubia, ahora sí tienes que ir tú, yo ya fui con el señor!" Le supliqué.
Pero Hermanadecabezarubia seguía en el piso, temblando, así que una vez más, tuve que recibirlos en pijama.

Yo: ¿Qué necesitan?. Pregunté ya un poco irritada.
Señorárabe: No se han callado, la gente se sigue quejando. Dijo, mientras me miraba con desdén.
Yo: Pero ya nos callamos.
Señorárabe: Cállense o llamamos a la policía y las sacamos del hotel.
Yo: Obviamente no puede sacarnos! Dije...en español. Sí, perdón, ya nos callaremos. Proseguí en inglés.
Sí, el señor árabe gordo y chaparro había llevado de acompañante al Austriaco sólo por asustar, supongo yo, porque no dijo ni una palabra.

Nos rehusábamos a callarnos, y seguíamos en nuestro relajo, después de un rato, Topo fue a su habitación (que estaba enfrente) por nosequecosa. Y las que nos quedamos adentro pensamos dejarla afuera un rato para desesperarla. Regresó y tocó la puerta. "No, ya no te vamos a abrir" Le dijo Fallecida. A Topo le causó mucha gracia, y eso no era parte del plan, el punto era que se enojara, pero en fin.
Topo tocó de nuevo la puerta, riéndose, y nosotras negándonos a dejarla pasar. Pero las cosas cambiaron cuando Topo tocaba la puerta cada vez más y más frenéticamente "Bien, se está enojando" pensé, pero no, no fue así. "Fallecida, abre la puerta!" Gritaba con desesperación. "No! Ya te dijimos que te vamos a dejar afuera!" Supimos que algo no estaba bien cuando casi rompiendo la puerta a golpes y muy desesperada nos dijo "Abre! Un alemán me va a golpear!!" sí, podíamos escuchar los gritos furiosos del alemán. Abrimos la puerta y Topo entró corriendo, igual que un...topo que escapa de su depredador.

Nos asomamos y, efectivamente, había un alemán muy alto y blanco, que fácilmente podría matarnos a todas a golpes, caminando hacia la habitación muy furiosamente y gritando cosas en alemán que no entendí. Obviamente no nos iba a golpear...o tal vez si, es algo que nunca sabré porque le cerramos la puerta en la cara.
Por eso ya no hacemos ruido en los hoteles.

Lección del día: No confíes en los alemanes, nunca sabes cuando te van a perseguir con intenciones de golpearte.

7 comentarios:

Peyote dijo...

No, mames. Te odio y te envidio desde este momento... Sobre el viaje, no sobre el alemán psicópata.

MRPYJAMASSHOW dijo...

JAAAAAAAAAAAAAAJAAAAAAAAAAAAAAAAJAAAAAAAAAAAAAAAJAAAAAAAAAAAAAJAAAAAAAAAAAAJAAAAAAAAAA NO MAAAAAAAAAAAA! Q CHIDOOOO :D EL DESMADRE ES LO PRIMERO QUE NO? HAHAHAHA HUYAMOS DE LOS ALEMANES :s

Alex Kim dijo...

= envidio el viaje
y el aleman un buen pleito me hubiera entretenido
jaja

Diseñofílica dijo...

A mi me hicieron fiesta en contra de mi voluntad, pues la idea de un viaje nunca fue expuesta...

Ni con lo vieja que estoy ahora me darían chance :( .

NayoBlogger dijo...

Los franceses seran amables???? que envidia, por que a los hombres no nos hacen quinceañera y asi canjearla por algo chido.

Pann dijo...

Oye! Los alemanes somos gente buena! Parece que no me conoces! Si estabas en Austria, cane la posibilidad de que no fuera Aleman, sino Austriaco.(alli tambien hablan aleman) haha haha me gustaron Los apodos! Aparte yo se el nombre de todas Ellas o bueno, de topo, cabezarubia y su hermana hehe (:

Mystique dijo...

No, era alemán, porque...yo lo sé.
Y tu por qué te sabes sus nombres? Si sabes quien es topo, pero la demás???