27 de diciembre de 2010

Otro año...

De repente miré atrás y me dí cuenta de que había pasado ya un año; tan rápido, tan volátil, escurriéndose entre nosotros; la mirada fija en el pasado, es como un sueño, es tan borroso, cosas que han cambiado tanto que no puedo creer que giraran así, y el tiempo sigue pasando.


Enero y fríos, culpas y besos mágicos, tortillerías, canciones de panadería.
Febrero con bambúes, vacas, yoshis, 15 minutos de estacionamiento y mirar al cielo desde el pasto.
Marzo, Marzo y azoteas, ovejas, obsesiones y cosas clandestinas, rosas dentro de botellas.

Abril empezando con malos hábitos, enfermedad mental y más obsesiones, sueños raros, conejos, parques bellos, Frank,tardes en metro y lágrimas culpables.
Mayo con salsa de rabia, manejar nerviosa, contar menos calorías, superficialidades, más parques, árboles, alas en el cuello.
Junio y liberación, inspiración y descubrimientos, bloggers civilizados y odio hacia el futbol, escrituras y muertes prematuras, traumas visuales y perforaciones caseras.

Julio y cuerpos muertos, cafés platanosos, dramas telefónicos, navajas y 10 horas de sueño, Acapulco en droga mental, lágrimas por las noches, náuseas y querer escapar del sol, pérdida de hábitos, lluvia en el mar y anhelos en el tiempo, un par de amigos y riesgos.
Agosto y kilos, rencores perdidos e hipocresías de gordas, Espíritus y Lobos con acento en la ú, adormecimiento y contingencia.
Septiembre y planes cancioneros, alas que se acarician y llamadas de madrugada, cafés de miradas eternas, mensajes mañaneros, el regreso de los colmillos, manos ensangrentadas y el regreso de las culpas.

Octubre y cerveza, discriminación en bares y primos estúpidos, dados de terciopelo, olor a miedo, Ginger Snaps y ganas de llorar.
Noviembre siguiendo el olor del frío, sueños raros y autos blancos, náusea sartreana, llanto en un camión, nuevas arrugas, nuevos atrevimientos, tranquilidad controlada y más patadas, galletas orgásmicas, ojos abiertos y fríos bellos.
Diciembre, Diciembre y recuerdos, sudaderas rojas y viajes analíticos en metro, decepciones escolares, desvelos inútiles, estrés punzante, nostalgia, mucha nostalgia, más nostalgia de la que cabe en mí, amargura impregnada, mirada escondida y pésimos cortes de pelo, más sangre en las manos y ovejas de ciudad, anhelos y escrituras ocultas, dudas, intento de venganza de los huesos, llantos bajo la almohada, una búsqueda eterna y esencia de culpa, realismo y nudos en la garganta, parpados caídos y helados llenadores, realidad del tiempo, caminatas en el viento, música impregnada, el final, otro final, otros recuerdos.


El tiempo corre, huye, porque jamás será nuestro. 


Otro año, cenas con uvas y rituales esúpidos, propósitos que sabemos que jamás cumpliremos, pero seguimos haciendo. ¿Por qué en año nuevo y no en cualquier otro día?
Si lo vemos fríamente, sólo cambias un número y vuelven a empezar los meses, pero todo lo demás sigue igual; siempre decimos que dejaremos atrás todo lo que pasó en este año, pero sinceramente, no lo hacemos, seguimos recordando y comparando, aferrándonos al pasado.


No tengo propósitos de año nuevo, cuando necesite comenzar desde cero, lo haré cuando sea, no en año nuevo, empezaré nuevos ciclos cuando yo decida hacerlo, cualquier día del año; los rituales maleteros, con semillas y manualidades son meras supersticiones, no cambia mucho nada, pero en fin, después de este post sin sentido, feliz lunes, gente.

20 de diciembre de 2010

Cabellos desastrozos.

Hace algunos años, después de varias malas experiencias con asuntos del cabello, me prometí a mi misma jamás dejar que un estilista tocara mi fleco.
Verán, todo mundo se queja de mi fleco, dicen que es fleco de emo, que me tapa la cara, etcétera; hasta el gatonejo me regaña por mi fleco, y entonces, tengo que hacer enormes esfuerzos para no creer que es mi madre.
-"¡Quítate el pelo de la cara! No te veo los ojos".

Mi teoría es que la gente sólo debe ver uno de mis ojos, porque si ven los dos, roban mi alma.
Pero hoy, hoy cometí un grave error. Sí, me corté el cabello, lo que ocasionó que mi hermana me dijera que parezco Willy Wonka. También me dijeron que parecía espía rusa sexy. No quiero ser espía rusa. Pero oh, eso no es la peor parte, no, el caos comenzó cuando el señor causante de mis desgracias me preguntó -"¿Quieres que te corte el fleco?".
Bien, necesito un cambio, pensé. ¿Qué podía pasar? I'd go for it. 
-"Ok, pero no me lo deje muy corto".
No me lo deje muy corto...¿En qué momento dejé de pensar y lo dejé tocar mi fleco? Así que terminó bastante mal y mi fleco está corto. ¡Mi flecoooo!. Hasta yo me reí de mí misma cuando me ví al espejo. Después me frustré.

Éste sería un buen momento para escribir un asesinato creativo matando al señor causante de mis desgracias pero, meh, no hay inspiración.

¡Vuelve, fleco!

18 de diciembre de 2010

¿Meh?

Después de una larguísima ausencia de 2 semanas; he vuelto.
Sí, lamento haberlos abandonado, queridos pseudolectores y fanseses, pero es que estaba en exámenes semestrales y consumían mucho de mi tiempo. Bueno, no, no consumían, pero a veces me gusta sonar nerd.


También podría decir que tengo bloqueo de escritor y sonar cool; además así todos tendrían compasión y piedad de mí, porque, todos saben lo horrible que es el bloqueo de escritor. Momento, no todos lo saben, porque no todos son escritores, también hay pseudoescritores, como Nayo así que supongo que el tiene intento de pseudobloqueo de pseudoescritor...o no sé, debrayo.


O puedo inventarme una historia sobre cómo fui raptada/secuestrada por zombies pensantes y sobre lo feliz que soy de haber podido matar zombies.
Sinceramente, me ausenté porque tenía que ir a Marte a regar las cenizas de mi difunto gato imaginario y ustedes saben que esos viajes no son nada cortos ni fáciles.


No, la verdad es que sí fue porque estaba en exámenes; pero ya no sé si ésta soy yo tratando de sonar nerd de nuevo o en verdad fue eso, no sé, ni yo me entiendo y eso llega a ser sumamente estresante en...situaciones de estrés.
Así que supongo que por eso he dicho tantas incoherencias el día de hoy...incoherencias como la anterior, porque las he escrito, no dicho; pero bah, se entiende... y prometo intentar volver con algo decente cuando mi cerebro recupere su esponjosidad.