El que no me deja hablar ni respirar, el que me hace anhelar y confundir, el que no me deja dormir, el que me hace despertar con lágrimas.
El nudo que se rehúsa a convertirse en llanto, pero me sigue ahogando, me sigue atormentando, me quiere hacer gritar.
El nudo de los recuerdos y emociones, el nudo que me hace dudar, el nudo compartido, el nudo que no me deja mirar.
El nudo que me quita fuerzas, que muestra mi fragilidad, el que me incita a correr y gritar, el que no puedo ocultar.
El nudo que tanto odio, y me hace odiarme tanto a mí, el que me convierte en fantasma, el que me hace pretender, el que me llena de memorias, el que hace que todo sea borroso.
El nudo que me lleva a dormir, ignorar y esconder, el que me detiene y me controla.
El nudo en la garganta que quiero matar.
Sin embargo no puedo vivir sin él.