15 de noviembre de 2010

Formaldehído.

De nuevo me encontraba tratando de ubicar el momento.
Algo que no me sirve de nada realmente, debería de empezar a actuar en lugar de seguir buscando, pero creo que es como esas dudas, que no puedes dormir sin antes haberlas resuelto.


Y una vez más recordé, un año atrás, con el frío que no era tan frío, sudaderas rojas, sol de las 10 de la mañana y viajes analíticos en metro. Me acuerdo y de inmediato me llega la nostalgia ¿por qué? no sé.
Y sigo caminando y puedo sentir claramente ese aire tan familiar, esa sensación de querer llegar a casa y  la vez no, también puedo ver el momento en que me obsesioné por los zombies, oh sí, hace un año.


Olores y conversaciones perdidas, caminatas largas y preguntas existenciales mientras pasaba por los parques, y ese olor, el olor a cadáver, el olor a formol (sí, qué romántico), lo recuerdo y puedo sentir en mi cara esa sonrisa amarga, recordando las épocas de hace un año, cuando iba de colada a las clases de anatomía mi hermana, caminando feliz, pero llega la amargura cuando anhelo, cuando anhelo volver a ser así, sin que me importara quien fuera yo, sin que yo tuviera idea de lo que fuera, pero aún así, no me importaba; es cuando me pregunto ¿qué pasó?


Y por feo que suene, ese olor a formol/muerte/cadáver ha estado viniendo a mi en estas últimas semanas y me puedo perder en él y en sus imágenes, en la incoherencia de las cosas, sonrisas colmilludas, platicas sobre pollitos, psicología, magia en el aire o aire en la magia, cadáveres... y así me quedo pensando y recordando por horas, y horas, y horas.


Un año atrás ¿qué cambió? incluso fue ahí la creación de uno de mis malos hábitos, pero yo seguía feliz.
Claro, han cambiado muchísimas cosas, pero la mayoría para bien, entonces ¿qué cambió para que ya no me sintiera tan bien?


Me prometo encontrar ese momento, porque a veces ya no sé ni quién soy.
Trataba de ubicar el momento.
What am i missing?




Prometo dejar de sonar tan emo y escribir algo decente

3 comentarios:

Rocío dijo...

Me encantó tu blog! te sigo

Mar dijo...

Tienes razón, es como una espina. Localizar el punto en que dejamos de ser, el momento exacto en que la burbuja se rompió y la sonrisa matutina no volvió jamás, es inevitable preguntarlo y buscarlo, es casi igual de inservible.

Ojala lo encuentres pronto.

Brujo Malo de Ningún-Lugar dijo...

Lamento no poder ayudar, pero mis poderes de brujo no son tan grandes.
Ni se te ocurra dejar de escribir emosticamente, es fascinate.