22 de octubre de 2010

Abbey Road.

Hace algunos días, un gatonejo me reclamaba y restregaba en la cara la mala acción que cometí al haber viajado a Londres y no haber ido a Abbey Road, dice que es realmente una estupidez que no haya visitado un lugar tan épico como Abbey Road. Bueno, también me reclama que el cabello me cae en la cara, que accidentalmente lo pateo en los riñones, que soy una amargada, que me duermo temprano y que me cohíbo si me ve comiendo.


Pero en fin, el punto es que recordé la razón por la cual no visité Abbey Road. Recordé la razón por la cual no visité muchas cosas en Londres: Por culpa de algunos árabes que no sabían hablar y un taxista ratero. 


Verán, se supone que íbamos en grupo, ya ven, las veintitantas escuinclas quinceañeras que caminaban sin rumbo en Europa.
Bueno, de hecho sí caminábamos hacía un destino específico, teníamos un itinerario organizado, los guías que nos movían por todos lados y esas cosas, pero "caminar sin rumbo" suena más bonito que "viajar organizadamente"
En fin, después de viajar organizadamente al castillo de Windsor, nos dijeron que teníamos toda la tarde libre, para ir y vagar a donde fuera que quisiéramos ir, pero que teníamos que estar a determinada hora en Her Majesty's Theatre para ver El Fantasma de la Ópera.


De nuevo me encontraba con Topo, Muerta, Fallecida, Cabezarubia y Hermanadecabezarubia.
Bien, pensamos, teníamos suficiente tiempo como para ir a comprar recuerdos y estupideces, ir al Museo de Madame Tussauds, y precisamente, a Abbey Road, porque Cabezarubia quería que fuéramos a Abbey Road, y bueno, sí, a mi también me hubiera gustado ir, pero no era el fin del mundo si no iba.


Así que estuvimos recorriendo calles a lo estúpido, comprando recuerditos estúpidos y esas cosas, pero el tiempo pasa estúpidamente rápido, y vimos que si queríamos ir al Museo de Madame Tussauds debíamos irnos ya.
Pero en el camino Cabezarubia y Hermanadecabezarubia se quedaron en una tienda de ropa o algo así, como sabíamos que se iban a tardar muchísimo, las abandonamos sutilmente y fuimos a otra tienda a preguntar cómo podíamos llegar al museo.


Para mi desgracia y mi mala suerte de encontrarme con árabes todo el tiempo, la tienda estaba llena de señores árabes panzones.
Yo sabía que los árabes tenían un acento diferente, pero no sabía que sería tan incomprensible. Creo que domino el inglés bastante bien, pero tuve mis dudas cuando tuve que pedirle al señor árabe panzón que repitiera lo que me decía unas 3 veces más.
Estúpidos árabes.


¿En qué estaba antes de odiar a los árabes?
Ah, sí, en preguntarle al señor árabe cómo podíamos llegar al museo. Pues bien, le preguntamos y después de intentos por comprenderlo, nos dijo que primero teníamos que ir a Picadilly Circus y después cruzar alguna calle cuyo nombre no recuerdo.
Ajá, ahora el punto era llegar a Picadilly Circus, el plan era llegar caminando si la distancia era razonable, porque ahí, sí, los taxis son Mercedes pero te cobran como si te hubieran regresado a tu rancho. Pero después de otras preguntas a ingleses desconocidos, nos quedó claro que debíamos tomar un taxi.


Le preguntamos a un taxista que se encontraba estacionado por allí que si nos podía llevar a Picadilly Circus, y muy amargamente nos dijo que no, porque no tenía tiempo.
Caray, tan poco tiempo tenía que estaba tranquilamente estacionado antes y después de que llegáramos nosotras...
Encontramos otro taxi que al parecer sí tenía suficiente tiempo, y nos llevó a Picadilly Circus, también nos cobró 12 Euros.
Ya que no recordábamos el nombre de la calle que teníamos que cruzar para llegar al museo, le preguntamos a una señora que iba caminando por ahí, pero ¡Oh, sorpresa! El señor árabe nos había timado; el Museo de Madame Tussauds  no quedaba cruzando la calle, había que tomar OTRO taxi.


Pero en lo que buscábamos un taxi nos distrajimos con.. la verdad no recuerdo, probablemente alguna pelusilla que iba volando por allí y decidimos perseguirla, o tal vez algún árabe panzón que decidimos seguir para golpearlo y vengarnos del otro árabe...a distancia, ya ven que todos los árabes son como que uno mismo y si golpeas a uno, todos sienten el golpe, oh esperen, esos no son los árabes.
Tal vez nos distrajimos con algún zombie que iba caminando por allí y decidimos que debíamos correr, no para escondernos, más bien para buscar una pistola o algo así y matarlo divertidamente.
O tal vez fue porque Frank apareció y vino a revelarnos los secretos más ocultos del mundo y quedamos todos en trance mientras el viento tomaba una fuerza impresionante y giraba al rededor de todos nosotros mientras las hojas de los árboles se caían y volaban por ahí.
O tal vez a la vuelta de la esquina me topé con el amor a primera vista, el chico de la bicicleta y el extraño intercambio de miradas intensas...Ah no, eso fue en Florencia, en fin.
Cuando nos dimos cuenta ya era demasiado tarde y teníamos que volver a Her Majesty's Theatre lo antes posible, así que no, ni pudimos ir al Museo de Madame Tussauds, ni a Abbey Road, y a ningún otro lado.
Además de que nos cobraron otros 15 Euros.
Y así fue como aproveché muy mal mi tiempo en Londres...pero hey, al menos vi el Fantasma de la Ópera.
Sí, miento, me la pasé genial anyway.


Mugres árabes.





3 comentarios:

Peyote dijo...

Un día iré a Europa y lo publicare en mi bló, y tal vez, sólo tal vez, visite Abbey Road.
Jajaja.
Pues me das envidia ya te lo había dicho. XD

Alex Kim dijo...

Como osaste....


pero
eh

tenias buenas razones

Mystique dijo...

Cabe mencionar que sólo estuve como 2 días allí, so..