18 de septiembre de 2010

Uno de esos días.

En una de esas mañanas, donde todo huele diferente.


Ésas que sin razón te hacen sonreír, una de esas mañanas donde el sol no te molesta, cerrar los ojos es placentero, y el pasto es más intenso de lo que suele ser. Incluso te dan ganas de bailar, de saltar, de acostarte bajo la lluvia, de recordar esos viejos tiempos, las tazas de café, las miradas eternas, esos ojos iluminados, las caminatas por el parque, y tardes en soledad.


Esas mañanas donde el viento parece acariciarte, casi abrazarte junto con ese olor a canela, todo parece valer la pena, donde pareces respirar vida, donde lo que más quieres es poder abrazar a ése alguien más, incluso el sol parece poder tocarte, no quemarte, solo rozarte con sus cálidos dedos, creando un ambiente de libertad, todo parece ser esperanzado.


Una de esas mañanas donde sabes que todo estará bien, no sólo lo sientes, tienes la certeza,  donde nada te preocupa, las gotas acarician tu cuerpo, juntándose con tu piel, todos los labios parecen estar hechos de miel, y hasta las flores más secas, llegan a ser las más bellas que hayas visto en toda tu existencia.


Una de esas mañanas que quisiera se repitieran más a menudo...

4 comentarios:

Peyote dijo...

Esos días son muy bueno. Ojala pasaran más seguido.

Alex Kim dijo...

Ojala tengas mas de esos muchos mas
que te lleven alegre por la vida
os lo mereces myst

Mystique dijo...

Ojalá.

Mar dijo...

¡Vaya!, ya había olvidado esos amaneceres o atardeceres, espero que uno esté por venir para mi.