Gotas

No sentí dolor

A pesar de la facilidad con la que escurría tanta sangre por mi brazo izquierdo, no sentí dolor, era más bien un cosquilleo el que producía la sangre, tan brillante, tan líquida, tan bella, caminando lentamente por mi piel, rodeando mis dedos, y después siguiendo la gravedad y formando unas artísticas gotas rojas, creando un excepcional contraste con la alfombra blanca en la que yo me posaba.

Después de algunos segundos, y de darme cuenta en verdad de todo lo que había pasado, miré hacia mi brazo: Una realmente profunda herida de cuchillo, navaja o algo parecido, puedo ver la separación de mi piel, y la sangre que continúa saliendo ¿Por qué sale en tan grandes cantidades? Siento que el lugar se inundará de sangre...cierto, el lugar, algo de lo que no me había percatado ¿En dónde estoy? No me suena conocida la alfombra , ni los elegantes y góticos sillones violetas, tampoco las paredes rojas ni el ventanal gigante.

Hay una puerta abierta, puedo ver una silueta acercándose, ya no distingo mucho, miro a mi alrededor, esas personas, busco identificar una cara conocida, pero no hay, la sangre sigue brotando, pero nadie parece percatarse de mi existencia, personas nórdicas con atuendos elegantes, vestidos largos y excéntricos, trajes negros, bien combinados, botellas de vino, copas, alcohol, la música con sus guitarras agudas haciendo vibrar el lugar, un escalofrío que me recorre, y todo pasa, y la gente aún no se da cuenta de que estoy allí.

No sé cómo, pero logro susurrar una palabra, más hacia mí que hacia el exterior, puedo sentir que me voy palideciendo, que poco a poco dejo de escuchar, dejo de sentir, y percibo cómo mis ojos se van para atrás.

Y es que me han rebanado la arteria braquial, que bombea 20 litros de sangre por segundo, por lo tanto estaré muerta en muy poco tiempo, en menos de 10 segundos...

Estoy muerta