26 de mayo de 2011

Sobre cosas no tan efímeras.

Ya no quiero hibernar en el momento en el que tomo té.

Con vísperas como aquella, la frustración por no tener interés alguno por mi propia existencia se me escapa por la boca.
Y soy feliz, muy feliz.

Con meseros que nos ignoran y fuentes atractivas para perros, jamones en exhibición, chocolates con causa, y tareas francesas, mágicamente se me van los pensamientos hechos con telarañas oscuras y sucias.
Mágicamente.

Mágicamente, como las plumas blancas que aparecen sin avisar, y vuelan, vuelan, vuelan, y sacan una sonrisa oculta; esas plumas que provocan que imagines el mar y lo escuches cantar; las que existen por una razón, una razón tan simple, pero tan secreta.


Aquellos olores que atraen, esas esencias que sonríen, juegos tontos, polvos que colorean un sabor, y una sorpresa en la lengua con el tercer, o cuarto trago.
Con esas pequeñas cosas sonrío y me tranquilizo, cierro mis ojos y me siento bien.
Estoy tranquila.
Estoy bien.




Este post fue escrito sin haber utilizado la letra D ni una sola vez (salvo ésta)

16 de mayo de 2011

Dormir de nuevo.

Sería hermoso si pudiera dormir  2 meses enteros.
2 meses enteros como oso. 2 meses enteros sin interrupción. 2 meses enteros hasta que despierte pegajosa por tanto dormir y después no piense en eso por otras 3 semanas más.
2 meses enteros y sería todo tan fácil.
Evasión pura.

Evasión. Aceptaría que soy una whinny bitch y soy tan pussy que mi forma más fácil y cómoda de evadir mis problemas y mi propia vida es durmiendo.
Podría dedicarme a eso por el resto de mi vida.

Tal vez lo que quiero  no es dormir y al despertar darme cuenta de que ya pasaron 2 meses de mi vida que ahora perdí y de que el tiempo sigue y va todavía más rápido.
Podría evadirlo todo, evadirlo todo y regresar tiempo atrás donde todo parecía más fácil, pero entonces recuerdo que en aquel tiempo atrás donde todo parecía más fácil, las cosas no me parecían tan fáciles como en verdad son, y entonces me estresaba y deseaba volver a volver atrás en donde todo era más fácil pero en realidad no tan fácil, y crear un círculo vicioso de volver a volver a donde quería volver porque era fácil.

Supongo que volver al pasado no es la solución, por eso quiero desaparecerme unos meses y adelantarme un poquito, a ver si durmiendo tanto tiempo dejo de odiar tanto a la gente, dejo de estar harta, dejo de estar estresada, dejo de querer dormir todo el tiempo.
Me ahorraría estrés, tener que contarle a un extraño lo que pienso, el frío, y el estado zombie.
Me adelantaría y despertaría feliz, radiante, con lagañas en los ojos y la parte de atrás de las rodillas pegajosa.
O tal vez no, tal vez sólo estoy siendo una niña llorona que hace un drama de su vida y decide evadirlo todo porque no tiene nada mejor qué hacer.

Sí, es eso; son las casi-vacaciones. Saber que tendré demasiado tiempo libre para estar conmigo misma me hace pre-estresarme.
Meh, pero qué whinny bitch soy.

6 de mayo de 2011

Volátil.

Tenía tantas ganas de llorar.

Pero entonces pensé en lo random que sería ponerme a llorar a la mitad de la clase de Educación Para la Salud. Necesitaba un abrazo con todo mi ser, pero sabía que si pedía un abrazo, sería algo sumamente needy y me pondría a llorar como niño de 5 años al que le acaban de quitar sus juguetes, le dicen que es diabético y no podrá comer dulces de nuevo, le dicen que lo van a alejar de sus papás y lo van a llevar con otra familia en Singapur. Un abrazo no era la salida.

Continué con mi clase en modo zombie de nariz roja, pensando en cosas desde cucarachas hasta mundos paralelos; me sentía débil e ida.
Después llegó la clase de matemáticas. "Bien, es mi hora de dormir" pensé.
Acomodé mi chamarra sobre mi banca y me recosté sobre ella...


Aproximadamente 10 minutos después desperté con una lágrima en mi ojo izquierdo. "¿Qué diablos?" pensé. Me resigné con la idea de que sería un viernes triste, hartante y rutinario, y me volví a acostar apretando los ojos y respirando profundo.


Volví a despertar 40 minutos después; la clase había terminado. Por alguna razón todo se veía más claro y brillante. Literalmente.
Las paredes eran más cálidas y todo se veía más blanco, tanto que casi lastimaba mis ojos, y a través de la ventana, la mañana se veía hermosa como casi nunca se ve. Me quedé sentada mirando a mi alrededor, y fui feliz, fui muy feliz.


Sigo diciendo que todo siempre es más simple al despertar.

5 de mayo de 2011

Serie de párrafos sin sentido, o con uno que no debes saber.

Cuando me dí cuenta, ya había transbordado de línea y avanzado un par de estaciones más; me dí cuenta de que estaba recargada en una esquina del vagón, con la mirada perdida.
¿Cuánto tiempo había pasado? ¿5 minutos? ¿10 minutos? ¿15 minutos?
No recuerdo que vi mientras caminaba, ni a quiénes vi, ni por dónde caminé, ni por qué elegí el vagón que elegí. Ni siquiera recuerdo en qué pensaba. ¿Pensaba en algo? ¿O sólo caminé en modo zombie?

La gente con la que compartía el vagón debió divertirse mucho al ver mi cara de conflictuada, afligida y asustada.
Pero, ¿por qué habría de importarme que me vieran en conflicto conmigo misma? Ni les importaba, ni los iba a volver a ver nunca más.


Desde que era una niña se me quedó la idea de que mostrar mis sentimientos era malo, de que llorar frente a los demás merecía un castigo, que si tenía un ataque de risa, sólo quedaría viéndome como la imbécil hueca a la que todo le causa gracia, que mostrar un éxtasis de cualquier tipo con quienes me rodean, estaba mal. Desde niña creí que entre más fría fuera, sería mejor, que entre más inalcanzables parecieran mis emociones, sería mejor, que entre más me cerrara con la gente y mantuviera mis pensamientos en privado, sería mejor.
Nunca logré ser ni fría, ni inalcanzable, ni privada. Ni siquiera un poquito.

Me puse a buscar entre mis ideas, sinceramente no recuerdo qué buscaba, sólo lo hacía; movía todas las hojas vacías de mi cabeza, y buscaba imágenes borrosas, buscaba, y buscaba, y buscaba, y buscaba. Encontré una caja que decía "Descripción"escrito con plumón negro y letra manuscrita, la abrí y sólo me encontré con una hoja que decía "[Vacío]" en letras grandes y marcadas.


No quiero dejar de ser quien solía ser. Más bien partes de quien solía ser, partes empañadas que se van borrando. Uno no siempre se conoce a sí mismo y de repente te das cuenta de que no tienes ni la más mínima idea de quién eres. Sé que mis inseguridades y actitudes autodestructivas son algo que siempre, siempre he tenido; hoy supe que en realidad estoy guardando todo eso porque tengo miedo de perderme a mí misma entre alborotos, comentarios y tormentas.

Cambio dependiendo de con quién esté porque tengo miedo de nunca ser suficiente para nadie. Es una pésima actitud y muy patética.
Me avergüenzo de ella.


Extraño las plumas moradas, faldas de manta, cara levantada, mañanas anaranjadas y mis ojos. No supe escuchar. Je me hais, mais je m'aime, mais je me hais. Everybody thinks they're so special and unique, waiting for their magic, unrealistic moments in life. I'm sick of everything and everyone, i can't stand 2 hours between all of those crappy people, all of those douchebags, stupid girls, and blind beings. I'm so sick of every single thing. Sick.




I no longer know who I am, and i feel like the ghost of a total stranger.


1 de mayo de 2011

Seulement un peu.


-          C’est drôle.
-          Quoi, pardon ?
-          Rien. C’est drôle seulement…

C’est drôle. La manière dans laquelle on me dit que j’ai besoin d’aide.
Je sais que j’ai besoin d’aide. Je l’avoue. Mais parfois je ne veux pas de l’aide, je sens que je peux sortir de ca moi-même.
Mais, quelquefois je ne veux pas sortir d’ici, je ne veux pas améliorer, je ne veux pas être différente.  Malheureusement, je me hais, et c’est pourquoi je veux être différente.

J’avoue que j’ai les maladies mentales, et aussi, j’avoue que parfois je ne veux pas les quitter et être en santé, parce que mes maladies, elles me font sentir forte. La force que je ressens en moi-même quand je peux supporter la douleur que je me provoque, quand je souris parce que je peux sentir grogner l’estomac, je me sens forte et puissant quand je sens que je vais m’évanouir, la joie qu’habite en moi quand il y a deux jours que je ne mange pas. Je me sens grand, et bien sûr, je souris pour moi-même, je ris comme si j’étais folle, comme si j’aimais être mentalement malade.

Et c’est vrai, parce que parfois j’aime ca. 

Parfois je veux rester dans mon petit monde, et penser à rien que couteaux, des os, le dos et de sang. Mais après, après je me hais, et je me souviens de ce que je suis, et de ce que je veux être, et je me hais encore parce que je ne peux pas trouver l’équilibre, et cette magnifique personne que je voudrais être, est très, très loin de moi.

C’est drôle. La manière en que je pense à ce type des choses et premièrement je suis forte, et après je deviens pathétique. C’est drôle.