14 de julio de 2011

Brazos.

Cuando estás mal, mágicamente consigues la atención de todos, y que todo mundo se preocupe por ti. Consigues importarle a alguien.
De repente los tienes a tu alrededor, mirándote, abrazándote, llenándote de sonrisas. Nadie te juzga por lo mucho que lloras, nadie cuestiona tu dolor, nadie deja de sentir lástima por ti.

Te encanta sentirte importante por cinco minutos.
Por eso nos hundimos en nuestras propias vidas miserables. Por eso hacemos más grande cada pequeño problema, malestar y emoción que tengamos. Por eso exageramos y creamos dramas por cosas insignificantes.
Porque nos encanta mostrar nuestro sufrimiento, nuestro enorme dolor, nuestras odiadas vidas; para jamás salir adelante, y así, poder convertirnos en nuestras propias víctimas.

Cobardes.


3 comentarios:

ZSD dijo...

Por eso mi mejor amiga me dice que deje de hacer berrinches y que mejor busque una solución. Sí sirve.

Anónimo dijo...

por muy mal que se vea, me sentí reflejado. aún así, ¡voy a mejorar!.

Espiritu dijo...

Bueno, yo no me siento miserable, al contrario, siento tener demasiado. Pero si crees que no debes causar compasión pues... Adelante, guardalo como una vivencia y no lo sufras mas de lo debido. Se vale llorar y caer, pero es obligatorio levantarse u_u y en mi caso, no confío en casi nadie, así que si no quiero que se enteren, solo sonrío y me desahogo con mis gustos y pasiones ;). La felicidad es un maquillaje amable :) besos!